16/8/09

no hay titulo posible


Llega el cartero
mira el numero de puerta
desenvaina un fajo de correspondencias.
Una mujer con sus medias alicaídas,
a modo de calcetines cortos,
le abre la puerta,
chirriar de cante jondo.
Una cuervo imberbe y pálido
se sujeta en su hombro.
El cartero bosteza
con barrotes líquidos en su boca.
La mujer de ojos arenosos
desprende un hedor de SOHO de capital.
-Señora debe firmar,
le ha llegado un paquete del Nepal.-

Asintiendo marca con una cruz la notificación
derramando sus ojos
llenando de arena la alfombra de la entrada.
El cartero entra el pesado paquete en la casa,
cruzando el recibidor boscoso.
El cuervo picotea la visera de su gorra,
infectando su uniforme
de sutil veneno magnicida.
El cartero ya intoxicado
se despide amablemente
ya débil.


Un rinoceronte de salón
con su cuerno abre-cartas,
deshace el paquete
de un corte limpio
a 300 kilómetros hora
sin hacer ruido.
En el piso de arriba
duermen con el tercer ojo abierto
unos 20 monjes del Nepal
de gatillo ligero.

1 comentario:

Buenaventura dijo...

Hoy he conseguido leer varios poemas de Federico García Lorca, la primera vez en mi vida que consigo acabar algo de poesía. Y ya puestos me he acordado de que tú también tiene tu ramalazo con algunos versos. Así que también los he leído y con mi corazón andaluz en la mano, te digo, que me han gustado mucho. Me ha costado leerlo, pero me ha gustado.

Eres un crack.