19/6/08

Sa fam mata i sa balquena podreix


els missatges dels dirigents tancant les ovelles a la Cimera Iberoamericana

“En un mundo injusto el que clama justicia es tomado por loco”
-León Felipe, poeta major-



Hi ha un acudit molt antic que conta com un pare i un fill han de dur un manat d’ovelles de Son Servera fins Artà. Arribats al coll d’Artà es troben amb una casa pairal un tant estranya on viu una senyora de “La Corte” que disposa d’un bon rebost per passar-hi tot l’hivern fora haver de baixar a la vila. La senyora, tot d’una que va veure el manat d’ovelles i aquells dos homes d’ombres magres de l’esbraonament i la fam del camí, els va fer un senyal aixecant el braç i dient:

-Paren a descansar y reponer, que aquí hay lumbre!
-Vatua el món! -digué el pastor pare amb els ulls-. No ha arribat encara sa fosca i ja ensum estar asseguts a taula!
-Veus fill, hem trobat taula parada.
-Quina sortada mon pare, ja veia es conills i sa caixa de fusta per dins sa garriga!
-Aquests joves ho feis massa gros. Estau fets de regalèssia! –va respondre son pare al seu fill rient a la senyora i mirant per les portes obertes si hi veia alguna greixonera.


La senyora, a més de disposar, era generosa. Havia mudat la fusta de la taula amb me rostit, prebes, ciurons trempats, una roda d’arengades, trempó de tomàtiga embotellada, camallot, una poltrú i pa de forn de pedra. A un racó hi havia un canastró amb taronges, ametles i nous. Fins i tot va fer cafè i els va donar picadura i paper de fumar. Fent el cigarret, la senyora els contà la seves aventures i com va arribar a trobar ca seva al coll d’Artà. Amb la panxa plena fa bon escoltar, així que pare i fill feren bona companyia a la senyora de la casa. Que de cada vegada es trobava més ampla i, per tant, els obria més el cor en el transcorre de la seva conversa.
El pastor vell es va aixecar espolsant-se el capell i donà les gràcies a la senyora per la taula parada.
La senyora els digué mig trasbalsada que els donaria pa i taleca per al camí. Els tragué una peça de formatge com un poal, els digué que era el mes bo de casa i que fessin el tall per on trobassin. El pare collí el trinxet i fent senya de 4 dits tallà un tros de la peça, l’agafà i el donà amb amabilitat a la “madona del formatge”. El pastor jove va ficar la peça al sarró de son pare.
La senyora, bocabadada, els va demanar per què se’n duien quasi tot el formatge.
El pastor pare li va respondre que encara els quedava molt de camí per endavant i que, per altra banda, ella tenia poques feines, llit per a quan arribàs sa fosca, i un rebost ben ple per tot l´hivern. Partiren i s’esvaïren entre els damassos de la fosca i envoltats llunyanament pels gemecs del manat.
Ja ho deia aquell nicaragüenc de camia blanca i mostatxos que guardava els furgons blindats del banc mundial: “no sabria dir si és mes lladre qui la té que qui l’agafa.”

17/6/08

La envidia y el resentimiento son indigestos


El Festín de Babette
BABETTE'S FEAST
basado en un relato de Karen Blixen
Francia-Dinamarca, (1987)
Una película de Gabriel Axel
Gabriel Axel (1918), tras formarse en el Teatro Real de Copenhague marcha a París para trabajar con Louis Jouvet. Ha representado los clásicos franceses en Dinamarca y realizado series en la televisión gala. Su salto a la fama le llega con la adaptación de un relato de Karen Blixen, El festín de Babette (Babettes Gaestebud) obteniendo el Oscar a la mejor película extranjera.


Lo que más me gusta de la película “El Festín de Babette” es como queda reflejada la sociedad de la envidia y el resentimiento. Babette les prepara la mejor cena que puedan degustar en toda su vida. Y los comensales no abren la boca al respecto, no dicen absolutamente nada. Hablan de su mono-tema, como sino estuvieran comiendo nada. Ese es el “modus operandi” de la envidia. El silencio ruidoso es su arma. Por eso en nuestra sociedad actual la sensibilidad es un lastre. Solo conseguirás sufrir más, entristecerte, frústrate. Aquí si decides hacer tu propio camino y sobre todo creer en ti mismo estas perdido. Serás el blanco “disimulado” de esa turba educada que espera en silencio que caigas para venir y soltarte su sermón lleno de refranes populares tan odiosos como estúpidos.
En la España “nacional” se admira únicamente al que tiene mucho, mucho dinero; da igual si has matado, robado, explotado y vendido tu propia alma. Lo que importa es lo que se ve: Cochazos, ropa cara, viajes a países aburridos y como no “el chalet” todo un clásico del mal gusto español, símbolo de los nuevos ricos.
A nadie le gusta ver bien a los demás, di lo mal que estas y de repente todo el mundo te escucha. Di lo bien que estas y la gente te pasa a otro tema. También es una moda estúpida, la de ser valientes por la espalda, poner a caldo a tus semejantes nada más llegar a casa (donde el interesado no te puede oír). Todos saben que hacer con las vidas de los demás, eso si, nadie se atreve a decir en publico que podría hacer con su propia vida.
En la España “una” generalmente se odia, se envidia y como no se valora más el sudor que la cultura. ¿Por qué se admira a Fernando Alonso, tenistas, futbolistas y demás por sus éxitos mundiales y en cambio, se condena al odio y ostracismo más visceral a Pedro Almodóvar por sus también triunfos mundiales?
No me gusta generalizar pero se cumple el patrón de que todos los admiradores del deporte español, odian profundamente el cine español. No lo entienden. Quizás es que ven reflejada su mediocridad en las películas de los hermanos Almodóvar, el maestro Berlanga y no voy a dar más nombres de genios hispanos por no ofender a nadie.
En el ruedo ibérico también se odia, generalmente a Franceses, Catalanes, Vascos, Moros, Albano-Kosovares, Cubanos y “toda ralea de piel morena” (expresión que he odio comentar más de dos veces en ambientes tabernarios).
El más odioso de estos odios es el profesado al pueblo catalán. Todo parte por la idea mediatizada de que no quieren ser españoles, pero en realidad no se les odia por tal afirmación sino que secretamente se les envidia. Por ser unas de las sociedades más avanzadas de Europa. Pero para mi y para el bien de la raza humana no es eso lo más importante. Todos los que practicáis la catalanofobia no sois capaces de pensar por un momento (apartando banderitas y patrias burguesas) que los ciudadanos de Catalunya tienen los mismos problemas que otros ciudadanos del resto del estado, seguramente también tienen… problemas familiares, económicos, laborales, dificultades con la vivienda, las hipotecas, las pensiones, enfermedades mentales, venéreas degenerativas, minusvalías físicas, psíquicas, discapacidades etc. También sufren, padecen, sienten, se les roba, mata, se arruinan. Es decir; los problemas que pueda tener un habitante del este del Estado Español son los mismos que pueda tener los ciudadanos del Oeste, el sur o el norte.
Actualmente el ciudadano medio utiliza a los inmigrantes para sentirse “señoriítos”, superiores. Nadie habla de que la inmigración ha multiplicado la riqueza del estado y nuestra sociedad. Nueva York, Berlín, Paris nunca se hubieron convertido en grandes ciudades del mundo sin todos esos millones de inmigrantes dispuestos a trabajar en cualquier cosa para vivir y formar parte de esa metrópoli. Ahora hay “seudo-señoriítos” de nomina e hipoteca que les duele ver turbantes y túnicas por las calles de sus pueblos y ciudades, pues a mi me duele saber que el clasismo, el resentimiento y la envidia son el deporte nacional.
Siempre nos quedara el calor del fuego, el cobijo de nuestra sombra, y no sintonizar algunos canales de televisión y radio.

8/6/08


En este Restaurante
nadie pide el postre
hay un grupo de jazz.

Trompetas taponadas
por bolas de helado
siguen sonando,
chapoteando a su son,
salpicando su música.
La gente escucha, manchándose
cada uno, con mancha diferente.
Los trompetistas mueren ahogados en helado.
Y las trompetas sangran,
la tarima es un charcal
de un aguado helado letal
nadie pide la cuenta
pero la música se va.
Si buscan un asesino
arresten al helado
no se puede esposar al jazz
si buscan los músicos
los he enterrado
cerca del mar
así sonaran sus tumbas
tres caracolas
demarcan sus lechos
no digan quienes fueron
solo quieren descansar.
Tres músicos enterrados cerca del mar

No nos pueden matar a todos


(El raper Snoop Dogg, enseñado la foto de su amigo y compañero de celda Stanley “Tookie” Williams. Propuesto como Nobel de la Paz)

Hemos enterrado la música
los pianos de cola se ahogan en el rio
de aguas grisáceas
nos robaron la canción, la sonrisa y las ganas
viven en un castillo de dientes,
donde tienen el sol enjaulado
y a Barrabas secuestrado
aplican su ley del más fuerte
siendo ellos los más débiles
solo son mediocres armados
De cuando el terror toma nombre de estado
abrid los ataúdes vacíos
debemos rescatar nuestros muertos
de las fosas comunes
la espera organizada sera nuestro ariete
subiremos juntos la montaña
convertiremos en ruinas sus murallas de dientes
no escucharemos su arrepentimiento
llevamos toda la vida escuchando nuestro dolor
Ni de rodillas obtendrán clemencia.
Ya nunca más criaremos cuervos
Dejaremos el llanto por el grito
el miedo por la euforia
la resignación por la lucha
la derrota por la victoria
y la muerte en vida
por morir para mejor vida.
Los tambores suenan lejanos
su sonido milenario
avisa de nuestra llegada,
nuestra unión como mar con las rocas
pega tu hombro al mio
la esperanza sola es poca
llegemos antes de que la verdad
yazca rota
por la codicia y el veneno de sus bocas.
Pueden enterrar a muchos de nosotros
pero nunca enterraran la humanidad,
ni la verdad ni la libertad ni el horizonte
somos como el rio, como el mar.
Y por muchos mercenarios que paguéis
para ello
¡NUNCA CONSEGUIRÉIS ENTERRAR EL MAR!
Dedicado a Stanley “Tookie” Williams

Una de Valents


Eren les vuit del dematí i en Bosco ja cantava boleros, vi negre i cassalla damunt el taulell del Casino.
A una taula, al costat de les finestres, dos transportistes berenaven fort. Això sí, es pitxer era ple d’aigua de la cisterna.

Devora la xemeneia, amb la cadira mirant al foc, hi seia en Gori, fent trossos petits d’una clovella de taronja "gra d’or" i amb els ulls aturats, veient com es desmuntava el caliu i fent renou de genolls fins a fer espires.

Ulls vessants de negre foscor, com el cel de damassos vist des de les roques de Nador o del cap vermell, foscor ennegrida surant per la síquia fosca que regalimava per les ses seves galtes de pell cremada. I dalt els seus ulls de bessó gros negat en bassa lluenta, el cobert de les seves celles, com capells de bri fent olor d’humitat, suor i polsina.

En Bosco s’abocà un tassonet de vi i s’assegué devora en Gori. Ja eren dos mirant el foc.

- I què Gori… On ets avui?

En Gori dibuixà un somriure, aclucant suaument els ulls.
- No hauria d’ésser a cap banda, ja som berenat i ara mir el foc per no haver de donar feines a les meves cames partint un camí sense no saber on anar.

- Aquí assegut, Gori, no pateixen les teves cames però sí el teu pensament. Els pensaments no caminen... et fermen. Ja em diràs tu si això de caminar travat et du a qualque banda. Ben vera que ja has acabat el jornal però encara tens cames, braços i una mica de força.

- Feines fetes Bosco!, no tenc res a fer i és per això que els records em guanyen.

- Tot aquest mal ve de l’anada d’en Miquel? És per això que se t’han desfermat records, travant els teus ulls al foc?

- Bosco, que és el vi o la cassalla que et dóna tant de seny?

- Fa un any en quedàvem dos, de nats al 26, al nostre poble. I ara amb la mort d’en Miquel ja només hi som jo.

En Bosco gratava el tassonet amb l’ungla ennegrida per la mostela, dirigint els seus ulls vidriosos de suc i boleros a la fesomia d’en Gori. Es begué el tassonet de vi d’una glopada i es passà la màniga per la barba canosa com feien els mexicans als westerns.

- Ara et diré com sacsejar-te sense agafar-te i com tornar a l’ombra del sol sense sortir del Casino. No ets el darrer Gori, ni l’últim d’un temps; ets aquest caliu que veus fer-se cendra, com ocorre amb la llenya fent-se caliu. No són damassos a la nit, és el cel ennegrit. No és un malefici quedar-te sol, sinó veure emmirallat les flames del foc. Sou qui fóreu i el mal d’ara d’haver-ho estat. Hi hagué fa molts d’anys, centenars abans de 1926, que un vell digué al seu nét que mai no miràs més temps del que tocava les flames del foc. Perquè si un es seu a observar l’encesa de claror, sense saber-ho, enfosqueix el seu camí de no trepitjar-lo. Gori, mon amic, millor ens va caminar que nedar, perquè si tot home és condemnat a suar i somiar, és bo saber que quan veus el foc veus la mar.